
A ti que me enseñaste el odio & el rencor,
te pido ahora que le enseñes a olvidar a este corazón que tanto le a costado
aceptar que ya no volveras & es que no hay dolor
que duela más que el de tú felicidad.
Contigo aprendí a ser más fuerte & no llorar, aunque
me parta el alma que te vayas no te lo voy a demostrar.
Porque me acostumbraste a sufrir, me acostumbraste a dar sin recibir;
contigo aprendí que no siempre se puede ser feliz. Aunque
de mi no vas a recibir palabras que hablen mal de ti,
tan solo te guardare rencor deseando todo lo peor
No hay comentarios:
Publicar un comentario