Siempre supe que los amores baratos de una noche no me llevarían a ninguna parte, y aun así, no dejo de meterme en camas ajenas y despertar en sabanas que no son mías, por un par de besos, y es que no puedo borrarlo, lo intento, en cada punto de mira de un bar, pero es que es algo tan sencillo como que cada cosa me recuerda a él, la copa que estoy bebiendo, una sonrisa, su sonrisa, cada cigarro que fuma, el humo desgarrando su garganta, tanto como el tacto sobre su piel. ¿Que tendrán SUS caricias que NO tienen las de otro?
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